The Cassavetes en El Generador. 22 octubre de 2011.


Aunque el nombre “The Cassavetes” lo utilizcé por primera vez para firmar un trabajo en 2007, el nombre ya deambulaba por mi cabeza desde que edité mi primer CD producido y grabado por Juanjo Jorganes en 1999, tal como comenté en la info de aquel RH1.

Realmente “The Cassavetes”, como banda nunca había existido, y se trataba de un seudónimo como otros tantos que he utilizado y seguiré utilizando, para según en qué ocasión crea más oportuno un nombre de banda que el mío propio.

El caso es que como “The Cassavetes” hice un total de tres EP’s entre 2007 y 2011, y con el tercero, daba por acabado el asunto de cantar en inglés (de hecho en RH5 no soy yo el que canta) , y también quería dejar un poco de lado esa factura tendente a lo que en ese momento todo el mundo del indie español estaba empezando a llamar “americana”, cuando era a veces más de Albacete o de Zamora.

Quise despedirme del nombre varias veces, pero hubo gente que me recomendaba no hacerlo, debido a cierta repercusión que tuvo haber llegado a semifinales de “Proyecto Demo” de RNE3 en 2011.
www.rtve.es/radio/20110329/the-cassavetes/420501.shtml
¡La cosa tuvo su gracia!
Una banda que no existe, de un tipo que graba todo de forma descuidada, que tan siquiera nunca se ha presentado en directo, y con tres canciones mal grabadas en el sótano de su casa, de soslayo se cuela en una selección de más de 600 bandas de toda España junto con grupos semiprofesionales, algunos con discos editados y decenas de bolos a las espaldas.

Al no tener amigos entre el jurado -de hecho había profesionales que detesto como tales-, se ve que a alguien le gustaron las canciones, porque la grabación e interpretación eran bastante cutres, como habitualmente ocurría con casi todo lo mío. No le dedicaba tiempo. No ensayaba NUNCA, y ni siquiera lo hacía con quien colaboraba conmigo.

Se componía y se grababa prácticamente a la vez. Era entonces un “aquí te pillo y aquí te grabo”.

Así que, tras varias reseñas aparecidas en los medios impresos, la emisión en la radio de canciones de “The Cassavetes”, y las más de 1000 descargas de los EP’s de “The Cassavetes” colgados en mi web, decidí hacer dos conciertos en 2001 y cerrar así ese capítulo.

El destino quiso que lo que yo pensaba que era el final de “The Cassavetes”, fuera realmente el principio de un proyecto al que pude finalmente dar forma de banda estable dos años más tarde.

Así que en septiembre de 2011, conformé rápidamente una banda con la que sentirme medianamente seguro, ya que no íbamos a poder ensayar más de cuatro veces, y preparamos dos conciertos que se realizaron en octubre, en S.C. de Tenerife.

La banda eran:
Javi Guerrero a la batería, quien había grabado conmigo casi todas mis canciones en el Sibiyibi, y Francis y Quique Díaz a la guitarra eléctrica y bajo. Con ellos he tocado decenas de veces y con sólo cuatro ensayos - que necesité yo más que ellos- nos aventuramos a esos dos bolos.

Se hizo un concierto “eléctrico” y a todo trapo, en el sótano de “El Hombre Bala”, al que llevé bastante más equipo del que habitualmente se utiliza allí. Era Imposible grabar aquella “tormenta subterránea”, pero existe algún vídeo bastante disparatado que aún no me atrevo a enseñar. Hacía un calor tremendo y creo que los que estuvieron presentes vieron que de verdad sudamos bien la camiseta. Fue agotador.

A los diez días, cambiamos de palo, y nos presentamos en “El Generador” de la calle Clavel de SC, en formato acústico:

Una pequeñaa batería Peal “Traveller” de Javi, el Fender Precision de Quique pasado por la PA, Francis con la Les Paul a un pequeño ampli Blakcheart BH5 de válvulas en modo 3 watios, y yo con una acústica Alambra J1 por línea, y para algún tema una Esquire enchufada a un Vox Night Train en modo 5 wat.

Usamos un único micrófono para mi voz, un Beyerdynamic m201, que aunque para cantar no es que sea su utilización más habitual, he descubierto que conmigo se porta bien, al igual que son muchos los cantantes que prefieren cantar con un shure sm57 que con un sm58. Digamos que el Beyerdynamic viene a ser como un sm57, pero “bueno” ;-)

Como una curiosidad más, ya que no suelo hacer versiones casi nunca, hicimos “the one I love” de R.E.M., el único bis y la canción con la que cerramos el concierto

Para los que gustan de más detalles técnicos, la grabadora utilizada fue una Zoom H4n y se situó centrada a unos 3 m del “escenario”, entre la banda y el público. Se grabó en formato wav a 24 bits y 44.1 khz. Y no hay edición de audio alguna. En el Sibiyibi a posteriori, tan sólo se aplicó algo de ecualización y compresión general. La Reverb que suena es la natural del recinto. Era bastante difícil sonar con menos “efecto tubo” en esa sala: techos altos, sin acondicionamiento, paredes perpendiculares, etc..

No obstante, del resultado queda un documento entrañable y lleno de significado personal, opinión que comparten los músicos que me acompañaron y parte del público, algunos de los cuales unas semanas más tarde, regalé una copia de la grabación en un CD del que hice únicamente veinte copias.

Con la seguridad, según ellos, de que esto puede tener interés para alguien más, pierdo el miedo al ridículo de nuevo, y te dejo aquí la grabación entera en formato WAV, con un diseño gráfico completo por si quieres tostarse un CD con todo, imprimir la portada y conservarlo.



Rubén Hernández,
Sta. Cruz de Tenerife, 13 de febrero de 2018.